La educación ambiental ha sido parte del interés de diferentes organizaciones que trabajan en el área protegida. A través del Departamento de Biología de la UNAN-León se formuló una propuesta de intervención con el Programa de Educación Ambiental dirigida a los estudiantes del colegio Andrés Castro localizado en el sector de Las Peñitas.
Es así como la propuesta se empezó a ejecutar en el 2010, con la participación de 45 estudiantes de un aula multinivel (5to y 6to). Cabe destacar que el Programa de educación Ambiental (PEA) nace de la necesidad de evidenciar la importancia de la Reserva Natural Isla Juan Venado para las personas de las comunidades aledañas al Área Protegida, siendo los niños y jóvenes los principales protagonistas.
En la ejecución del programa durante el primer año se involucró directamente a estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-León (UNAN-León), voluntarios de la Universidad de Alcalá (España), Fundación Amigos del Río San Juan (FUNDAR) y miembros del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Por la comunidad fue notable la participación de jóvenes y padres de familia acompañando las diferentes actividades ejecutadas.
Para el 2011, se continuó trabajando con el grupo de estudiantes y replicando la experiencia en Colegios de Poneloya y Salinas Grandes, aunque con menor sistematicidad que en Las Peñitas, sumando 78 alumnos en total (Figura 5.11). El programa se complementó con visitas a la Reserva Natural Isla Juan Venado, ya que, en una consulta inicial, se encontró que solo el 46% de los niños habían visitado la Reserva Natural Isla Juan Venado, al final del primer año se logró que todos los niños de los participantes en el PEA conocieran la Reserva Natural. En estas visitas se pusieron en práctica los conceptos que se les enseñaron en el aula de clase.
El marco metodológico empleado en el PEA está dividido en tres etapas; conocimientos generales del entorno, formación de promotores ambientales locales y facilitación de actividades enfocadas a la sostenibilidad del proceso:
Etapa I: consiste en la enseñanza de conceptos básicos sobre medio ambiente, sensibilización ambiental, conocimiento del entorno, educación, autoestima y organización. Se iniciaron los primeros recorridos de campo y prácticas que se realizaron en la Reserva Natural Isla Juan Venado. Aquellos niños interesados en continuar aprendiendo se les propusieron una formación continua que les sirviera para que posteriormente fueran parte del grupo de trabajo en la segunda etapa del programa. Este proceso lleva un año de formación en aula y un segundo año en prácticas de campo.
Etapa II: Continua el seguimiento de un grupo de jóvenes que tienen interés en participar en actividades de formación y prácticas de conservación en la comunidad. Es a partir de aquí que se realizan cursos libres de temas ambientales (ecosistemas, reptiles; tortugas marinas, aves, pesca, desechos y reciclaje), sociales (organización, género, maltrato a la mujer, autoestima) y cultural (teatro, danza y dibujo). Es en esta etapa donde los jóvenes tienen la oportunidad de brindar charlas en las aulas a estudiantes de 5 y 6 grados. Este proceso lleva dos años.
Etapa III: la necesidad de garantizar la sostenibilidad del proceso a través de los jóvenes promotores ambientales locales, los cuales sean capaces de organizarse, desarrollar las actividades de formación en las aulas de clase y la búsqueda de fondos económicos que permitan la continuidad del Programa de Educación Ambiental en su comunidad. En esta tercera etapa los promotores locales deberían estar finalizando sus estudios secundaria y dando el paso hacia la universidad o carreras técnicas. Todo el proceso para la formación de promotores ambientales se realiza en un período de cinco años continuos.
Para esta última etapa se implementación la transferencia de responsabilidad desde la coordinación del PEA a los promotores locales. De hecho, durante el 2015 se graduaron 20 promotores locales de la comunidad de Las Peñitas, los cuales tienen la responsabilidad de dar continuidad a las acciones del PEA en la comunidad. Cabe destacar que el PEA tiene un carácter participativo y colaborativo, logrando la participación de investigadores, docentes, voluntarios, estudiantes de pregrado de diferentes disciplinas, líderes locales y padres de familia.
La Reserva Natural Isla Juan Venado puede considerarse como una importante unidad de producción de servicios para el bienestar humano, altamente dinámico y complejo. Sus dos tipos de ecosistemas proveen servicios de abastecimiento, regulación y cultural, siendo el ecosistema de manglar el que tiene una mayor valoración en cuanto a la importancia de los servicios que ofrece. De los 14 servicios evaluados, 8 tienen valores con mayor importancia (3). Por el contrario, el ecosistema del bosque seco tropical solo tres servicios obtuvieron valores de importancia de 3 o cercano.
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